Buenas buenas y bienvenide a esta nueva sección del news ♥. Como ya debés de saber si hace un tiempo estás por acá, desde Enero vengo experimentando bastante con distintos formatos para ver si me hallo. Me gustó mucho el formato de las cartas, pero siento que en el medio me pierdo de charlar de temas importantes para mi de una forma más pensada y organizada.
Así que cada semana vas a estar recibiendo los Domingos por la mañana una carta escrita en la semana, y el primer día de cada mes el news mensual que va a rondar alrededor de un tópico particular. ¡Espero que te guste! 🙂
Marzo 25, 2023.
Estoy muy feliz de que FINALMENTE esté lloviendo a momento de escribirte esto. Siento que no llueve hace meses, y puede que esté en lo cierto. En este lado del mundo, en Argentina, todavía el otoño se está haciendo desear. No puedo esperar a que todo se tiña de mis colores favoritos. De amarillos y naranjas 🤎 💛 🧡
Esta semana me estuvieron atravesando mucho las experiencias ajenas. La típica boludez de compararme con otres, pero no desde el lado de envidiar de manera negativa sino de sentir “pucha, yo YA quiero estar en esa situación”. Personas que ya recorrieron el camino que yo aún me encuentro transitando o que quizá ni comencé a transitar.
Una creadora de Youtube en particular definió su actual era como su “effortless era” y otra muy querida que ya era hora de dejar atrás ese sentimiento de urgencia que emigrar te provoca durante un largo período de tiempo.
Si, lo sé, es envidia. Es esa sensación de “las ganas que tengo de estar como vos ahora”, pero desde el lado de una persona que está cansada de vivir en modo supervivencia, a la defensiva. ¿Me pregunto internamente si se podrá vivir estos cambios sin esa sensación? ¿Sin triggerear algo que yo sé a ciencia cierta que le hace mal a mi cuerpo, a mi mente? ¿Cómo se transitan grandes cambios sin estar en ese estado de fight or flight? Porque lo más triste de todo es que no recuerdo momentos en mi vida donde no viviese bajo este estado. Si miro hacia atrás, me veo luchando todos los putos años. Quizá aflojé un poco entre 2015 y 2018, pero tan solo fueron esos 3 años.
No quiero que se malinterprete eh. No estoy mal. Estoy de hecho muy bien, y si me comparo con la Flori de la pandemia que no tenía trabajo ni disponía de dinero, estoy MIL veces mejor. Conseguir trabajo nuevamente me devolvió mis proyectos, el saber que podía comenzar a caminar hacia ellos, porque no vamos a mentir: necesitamos dinero para un proyecto tan grande como emigrar (además de que no soy ni a palos quien se va con una mano atrás y la otra adelante).
Es un gran tema para terapia: ¿cómo puedo asegurarme transitar estos grandes cambios con la mente lo más relajada posible? Entiendo que cuando uno emigra de alguna forma necesita esa adrenalina, pero para las cosas más importantes, para el momento de subirte al avión y decirle adiós a tus seres queridos. Para el momento que llegás a destino y en tu cabeza flasheás mil escenarios de “no me van a dejar quedarme”. Para el momento que tenés un reloj que hace tic tac para conseguir dónde vivir. Y ni hablar si te vas sin trabajo.
¿Puedo comenzar a vivir mi effortless era desde ahora? ¿Puedo transitar cambios de manera relajada? Pensá Florencia… pensá… pensá en algún cambio que viviste de manera natural y relajada. ¡Ah! Tu actual trabajo. Ok. Ya lo viviste. ¿Entonces qué te impide volver a vivir una situación así?
Hace unos días comencé a ver la película Eat Pray Love para convencerme de leer el libro (spoiler alert: me convenció y lo estoy leyendo). Hay una parte de la peli donde un personaje le dice a Liz que deje de racionalizar, de pensar todo y que simplemente lo deje ir. Let it go, girl. Bien podría aplicarlo a mi vida. Imprimirlo y tenerlo frente a mí todos los días. Estoy tan acostumbrada a sobrepensar todo. A razonar y buscar los porqués, que quizá me olvido que la mejor opción muchas veces es aceptar 100% lo que es y dejarlo pasar. Así como acepto que está lloviendo y no le doy mucha más entidad que esta frase.
Creo que si puedo dejarte alguna conclusión en esta carta es esta: muchas veces nuestro peor enemigo es nuestra mente. O, mejor dicho, nuestra incapacidad para no frenarla a tiempo. Te lo dejo ahí, picando. No voy a escribir más que esto (a ver si así controlo un poco mi mente también).
UGH, me tocó de lleno esta carta. Si bien hay cosas que ya no me hacen estar en estado fight or flight, desde hace ¿tres años, I think? que no disfruto nada. Sufro demasiado el proceso de lo que estoy haciendo en vez de calmarme y "disfrutar". Siempre estoy corriendo para terminar "así nomás" con lo que yo creo son pendientes (la facu, sobre todo)
Creo que también por eso empecé a hacer los detox de redes: no porque me pase mucho tiempo ahí sino porque no quiero ver a otros disfrutar de cosas que quiero hacer mientras yo tengo que estar leyendo un apunte de 1800 sobre el matrimonio en UK #terrible