Noviembre 2022
Ya me estaban doliendo los dedos de las ganas de escribir que tenía. A veces me pasa que tengo MUCHAS ganas de escribir pero no tengo sobre qué hablar, porque ya me quedé vacía de las páginas matutinas. Pero justo da la casualidad de que 1) se está terminando el mes, y 2) que el draft de este news lo escribí super emocional y que al releerlo hace unos días me dio alta cosita publicarlo en la línea en la que iba. Así que acá vamos de nuevo.
Barajar y dar de nuevo.
El eje del gran tema que me atravesó durante el mes de Noviembre está muy relacionado a la carta de tarot que me salió este mes, El Diablo. Más abajo van a ver que me explayo más que nada sobre lo creativo, pero creo a esta altura del mes luego de haber pasado la tormenta puedo ver que otro de los temás que no puedo ignorar es mi necesidad de validación externa. Una persona bien lo dijo en un comentario al video sobre validación de Nathaniel Drew, iba algo así: la validación es como un arma de doble filo: no se puede vivir sin ella pero al mismo tiempo depender demasiado de la validación externa. En el equilibrio está la clave. Y no podría estar más de acuerdo.
A mi siempre me hizo ruido esa gente que dice “no me importa lo que piensen los demás de mí”. Siempre me pregunté si de verdad era así. Y, más allá de eso, hoy puedo ver que también esta actitud no solo es muy defensiva sino que muy infantil. No creo que sea un buen signo en una persona adulta que de verdad no te importe absolutamente nada de lo que opinan los demás sobre vos. Yo me di cuenta de esto hace relativamente poco, porque justamente yo quería convertirme de esas personas que no les importa nada. Al final del día ningún extremo es mejor que el otro, los dos son malos por igual.
Yo pertenezco al oootro extremo, al de la persona que busca validación externa constantemente. A veces la busco en el trabajo, otras veces en mi familia, y muchas otras en mis amigos. Fue la razón por la que dejé de compartir las cosas que hago en internet: seguí el consejo de una amiga bien intencionada que me dijo que lo mejor para que nadie me pegara energía negativa era no compartir. “Lo que no se comparte no se puede dañar”. Y a ver, entiendo que en parte está bueno guardarse algo, sobre todo lo máaas importante e íntimo, pero… ¿todo? ¿Inclusive aquello que por ahí a otros les sirve? ¿Esa partecita tuya que por ahí puede hacer del mundo un lugar mejor? ¿Qué acaso no dicen que necesitamos más personas que compartan lo que aman con el mundo?
Yo personalmente le temí (y admito que un poquito aún le temo) a los comentarios negativos online. Leo cosas que no puedo creer que la gente escriba y crea. A veces veo lo que le dicen a amigas muy queridas que hacen contenido en redes sociales y digo fuaaaa, ¡cuánto odio, cuando resentimiento contenido!
En 2021 dejé de ser creadora de contenido y hasta me fui para el otro lado: no compartí nada más con nadie en internet. Ni siquiera en mi cuenta personal con amigxs. Y si bien el descanso me vino bien para seat back & reflect, hoy tengo ganas de volver a compartir mi arte con el mundo.
La carta de tarot de este mes
Inspirada en el newsletter de Mica, Grado IX.
Para escribir este apartado tuve que volver a releer la lectura de tarot que me hizo Mica en el mes de Octubre. No me parece casualidad que todo lo que estuve trabajando en Noviembre tuvo que ver con mi crisis como persona creativa, y de hecho a Mica le pasó igual: ella misma conectó muchísimo con el motivo de mi consulta y las preguntas que le hice:
¿Estoy yendo por buen camino con mi arte y cómo decido compartirlo?
¿Lo estoy haciendo para saciar mi necesidad de hacer cosas creativas o porque de nuevo estoy intentando complacer a un otre?
Casualmente la carta de tarot que me salió para el mes de Noviembre fue El Diablo, una carta que no nos deja mirar hacia otro lado; no podemos evitarla, ahí estará para recordarnos que hay algo que debemos llevar a la realidad para trascender. Es una carta que al principio me confundió, porque no entendía si estaba saliendo en su lado fluído o estancado. Creo que actualmente estoy en el medio, en una transición hacia liberarla de su estancamiento, que se relaciona con la desconexión sexual creativa y puede hablar hasta de una falta de libertad o de una represión.
Traigo a colación la lectura de Mica porque hubo una frase que compartió en una foto que decía “Te van a juzgar de cualquier manera, así que elige la opción más divertida”. Cuánta razón tiene y qué difícil es interiorizarlo, ¿no? Siento que este mes batallé muchísimo con mis propios demonios saboteadores, esos que le dan mucha bola a las opiniones de los demás y que le temen a los comentarios negativos y la mala vibra de las personas.
Hace unos meses tenía una amiga que me decía que era mejor no compartir para que no me envidiaran y no me tiraran mala onda, que esa energía se me iba a pegar y me iba a hacer mal. (Sí, es la misma amiga que les conté en entregas anteriores ya no forma parte de mi vida). Resulta que hoy pienso todo lo contrario. No entiendo por qué yo debería esconder mi luz, las cosas que me hacen feliz, que me hacen bien, solo porque del otro lado hay personas resentidas con la vida y deciden proyectar esa frustración en quienes, según ellos, la están pasando mejor/tienen un mejor pasar.
No te va a extrañar, si sos de Argentina, saber que acá no importa si tenés buenas intenciones o si sos buena persona: si llegás a mostrar que cambiaste el celular, que comprás frutillas, que viajás, que hacés home office, o que hablás Spanglish… bam, privilegiado, cheto, cómo te atrevés a contar monedas en frente de los pobres, cómo te da la cara para pasarla bien cuando hay tanta gente pasándola mal, etcétera, etcétera.
Hay tanto odio y resentimiento en este país hacia las personas que les va bien. Como si el hecho de que a vos te vaya mal te habilite a exigir que todos la pasen mal también. Tenía un ex que era así: que cuando yo expresaba una preocupación me traía a colación que hay niños en África muriendo de hambre y que por eso lo mío era una boludez.
Esto lo vi de primera mano con amigues que han emigrado, por ejemplo: ay a ver, contá las cosas malas, dale, mirá si va a ser todo bueno, aaaah hay inflación ahora en Europa, jodete, vos te fuiste de acá ahora jodete. ¡Horrible!
Creo que en el fondo lo que me pasa es que me da bronca lo injusto que es. Estoy segura que no me hiere nivel “me pone triste que alguien me diga algo negativo”. No. Lo que me enerva es la osadía que tienen muchos para opinar de la vida ajena, de los cuerpos ajenos, de las preferencias ajenas. La famosa ¡quién te dio vela en este entierro! Y eso me llena de bronca, de una energía negativa que no quiero tener.
Se que es cuestión de trabajar esta parte de mi, de endurecerme y elegir bien mis batallas. Bloquear y listo. No darle entidad ni muchas vueltas. Pero es todo un trabajo, y me está costando.
Descubrimientos del mes
Esta sección está pura y exclusivamente dedicada a compartir con uds mis descubrimientos del mes. Pueden ir desde ideas y recursos hasta marcas y cuentas inspiradoras. Internet está plagado de recursos e inspiración y siempre es digno compartir lo que cada uno descubre ♥
Ideas para setear el Bullet Journal del 2023 — Ya estoy re manija con esto de armar el BuJo para el 2023 ♥ De hecho, pequeño spoiler: ya lo hice 😛. Apliqué algunas de las ideas de este video, sobre todo las solapas de las dailies y las medidas, ¡me re gustaron!
Looks del mes
365Flores es un passion project que nace de mi curiosidad por hacer un registro auténtico de todos mis outfits durante 365 días seguidos (sí, TODOS, inclusive si usé todo el día pijama). El proyecto finaliza el 8 de Junio del 2023, día en el que publicaré mis conclusiones acerca del proyecto
Autobombo
Pequeño espacio auto-publicitario (?). Básicamente qué otras cosas creativas hice en el mes y quiero compartir con uds ♥
[BLOG] Mi relación con la moda en el 2022. Hace unos meses escribía, no se si acá o en otro lado, que mi amor por la moda había muerto. Sí, efectivamente es así. La verdad que ya no tengo interés en la moda ni las tendencias en si. Me parecen un fenómeno fascinante, pero la verdad es que no estoy ni cerca de estar al día con las tendencias, más ahora que vienen a ritmos vertiginosos.