Ya no hacemos amigos en las redes sociales

Internet ya no es lo mismo que en los 2000, let's face it

Cartas del Alma es una sección del newsletter que va y viene. Es la sección que más se parece a las cartas de papel que antes solía mandarme con amigas de varias partes del mundo, y nacen de la necesidad de charlar sobre algo más espontáneo que no cuadra en las otras columnas existentes de Flor de Newsletter.

Para Noviembre y Diciembre en particular me propuse enviar 1 mail cada semana porque siento una tremenda necesidad de escribir, expresarme, compartirme. Así que adicionalmente a la columna mensual y de los 15 de cada mes (Vida Simple), vas a estar recibiendo viernes por medio a las 8AM una cartita mía con lo que sea que se me ocurra reflexionar :)

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Noviembre 18, 2024

Una de las cosas más copadas de dejar las redes sociales es que no te queda otra que enfocarte en vos misma. Es lo que me viene pasando hace meses, y aunque a veces no lo parezca no es un camino fácil. Cuando un youtuber o creador de contenido habla sobre dejar las redes y una lee los comentarios, te encontrás con gente que dice "dejé las redes hace x meses y nunca me sentí tan bien" y cosas por el estilo. Lo que no te cuentan es que no se resuelven realmente todos los problemas, sino que al contrario: te encontrás con tus verdaderas sombras porque ya no hay nada con qué taparlas, no hay forma de escapar de ellas.

Nadie esta exento de sentirse solo o inseguro. No son sentimientos que solo se ven afectados con el uso de las redes. Es cierto lo que muchos dicen, que el problema no son las redes sino el uso que hacemos de ellas. Pasa que nos olvidamos que hay personas profesionales del otro lado de estas plataformas estudiando y buscando formas de hacernos más adictos a sus productos, así que tampoco puedo tirarnos el 100% de la culpa realmente. Estudian el cerebro humano para buscar ese pequeño hilo del que tirar que nosotros no conocemos conscientemente. Por eso últimamente estoy más a favor de dejarlas ir que de hacer limpieza de seguidos o ponerme límites de tiempo. ¿Estoy siendo exitosa en eso? No, aún no, pero creo estar en el buen camino.

Uno de los argumentos que todavía me tienen algo atada a las redes es que yo conocí a muchas personas gracias a ellas. En los tiempos de Fotolog y Livejournal era muy común conocer gente a través de internet y forjar amistades que de otra forma no se hubieran dado. Sin embargo, esta semana estuve analizando mis actuales vínculos y me di cuenta que a ninguno de ellos los conocí por ninguna de las redes más populares. Bah, quizás sí si consideramos que entré a La Baumhaus (comunidad creativa) porque la vi compartida en Instagram, pero si voy al caso, a todos mis amigos los conocí en lugares que no son ni Instagram ni Twitter (ni hablar Tiktok, pero ese antro ya directamente no es para seguir a tus amigos, ¿no?). A mis amigas Coty y Valen las conocí a través del mastermind que se gestó en La Baum; a mis amigos de Chile e inclusive a mi novio los conocí jugando League of Legends (no jueguen, no se arruinen la vida); a mis amigos del server de Discord los conocí cuando se creó la comunidad de Discord de un streamer que nos gusta en común.

Al final... las redes mucho no tuvieron que ver en mis actuales vínculos más fuertes. Y fue mirando este video de Santiago Bilinkis que me cayó una de las primeras grandes fichas: la gente cada vez hace menos amigos en redes sociales. Me entristece admitirlo, pero nunca pude formar un vínculo con las personas que me gustan de Instagram; de alguna forma no terminamos de salimos de ahí y, para mí, una relación sostenida únicamente por una red social no es una relación que me interese tener actualmente.

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Escribo todo esto porque hace poco flasheé que podía intentar tener una amistad con una Youtuber que hace vlogs pero me detuvo el hecho de no tener una presencia online. Es muy loco pero nuestros perfiles de Instagram se convirtieron en una especie de curriculum social, donde la gente puede escanear y saber a grandes rasgos si les interesamos o no. Y determinamos que es una red flag quien no tiene fotos en su perfil o directamente no tiene Instagram. YO soy para la sociedad una red flag. Porque mi nombre de usuario no es mi nombre real. Porque tengo una solo foto en el feed que esta ahí solo con motivo de hacerle saber a mis amigos que "soy yo en serio, no me clonaron el perfil". Porque tengo otro perfil que es donde hay fotos y que le paso a la gente que me pregunta por mi Insta para que no me empiecen a llover las preguntas o me juzguen. Estuve tentada estas semanas de borrar ese perfil, de dejar ir esa parte de mí y que se pierdan todos los contactos que tengo ahí "por si acaso". También estuve tentada de subir fotos a mi perfil más privado; para qué, no sé, ¿quizás es la presión social? Pero no me siento presionada, es raro.

Insisto: ya no hacemos tantas amistades en redes como antes. Quizás alguno me diga que estoy equivocada, porque de seguro que excepciones HAY. Pero quienes nacimos sin internet y sentamos las bases en sus inicios sabemos que ya no es lo mismo. La internet de hace 10 años ya no existe, y tengo que empezar a aceptar eso. Las redes ya no son sociales, son redes y ya, donde cada reseña de make-up y skincare es una publicidad paga y nada genuina (¿a alguien más le pasa que le RE cuesta encontrar reseñas de personas reales que no tengan ningún vínculo con marcas?), donde cada semana hay un haul de ropa distinto, donde ya no vemos los looks diarios, casuales de la gente sino tutoriales de cómo ponerte un cinturón para hacer tu sweater más cropped (no lo intenten, es recontra incómodo de llevar, been there done that). La gente ya no se abre ni se comparte como antes, porque a diferencia de hace algunos años donde nos desvivíamos por los likes y el engagement, ahora buscamos complacer a un algoritmo, por eso vemos a tantos psicólogos hacer un bailecito con el sonido en tendencia de fondo y señalando cada una de las 10 cosas que pasan cuando empezás terapia (elijo creer que si no existieran los algoritmos la gente NO haría esto).

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Esta carta no tiene un final muy específico ni planificado, así que por hoy lo voy a dejar así, imperfecto, como salga.

Gracias por leerme ♥
Nos vemos la próxima,

Flor.