Agosto 4, 2023.
¡Hola! ¿Cómo estás del otro lado? 🙂 Siento que hace mucho no te escribo. Y es verdad: desde hace un mes no aparezco por acá. Quizás en otro momento me hubiera disculpado, pero hoy entiendo que no puedo hacerlo sin que me salga un “prometo que voy a volver con cierta periodicidad” que no sería genuino. Si leiste mi carta anterior, sabrás que es algo que justamente no puedo prometerle a nadie. Este mes y piquito que no estuve haciendo nada para redes fue de los meses más felices de mi vida en estos últimos años de rehabilitación digital. Todo lo que viví elegí registrarlo 100% para mí. Sí, hasta los videos de 1 second a day los cuales estoy amando con todo mi ser. ¡No veo la hora de juntar todo un año de esos videos para mirar 365 en perspectiva!
Hay varias cosas que tengo ganas de contarte.
Para empezar, te cuento que estoy un poquitín decepcionada de mi misma este último mes porque me encontré quejándome mucho. Tiene un justificativo válido (laboral, ejem) pero eso no significa que me divierta vivir con esta energía negativa que me da vueltas de forma viciosa en la cabeza. Me cuesta hallarme con esta Florencia quejosa que hace tantos años dejé atrás — es casi como un war flashback al 2019. Pero estoy trabajando en eso. Intento ponerle un timer a esa queja. Dejarla ser, pero que no inunde el 100% de mi día. Creo que vas a saber entenderme. No sirve de nada negar la realidad, pero decidir quedarse viendo todo de forma negativa y vivir quejándose es una decisión, y gracias al cielo todavía soy dueña de mis decisiones 😛.
En cuanto a este tiempo lejos de las redes, pasaron varias cosas:
Borré mis cuentas de Facebook y Twitter. La de Facebook… long time coming. La de Twitter… fue toda una sorprensa. Me di cuenta que ya no necesitaba estar en ese antro, y que por suerte tengo un novio y amigues de puta madre que me pasan capturas de tweets o memes que ven por ahí así no me pierdo de lo copado de la red social. Pero con los cambios que estuvo haciendo Elon Musk ya no me divertía, ni tampoco me hacía bien consumir a diario toda la negatividad de la gente que quiero. Que no se malinterprete, no quiere decir que no les quiera o aprecie, pero hoy por hoy prefiero vincularme desde lo amoroso y lo positivo que desde el lado de la queja y ver el vaso medio vacío.
(Igual menos mal que me fui antes de que cambiasen el pajarito de Twitter por la X horrible 🤮).
¿Qué estuve haciendo todo este tiempo entonces si ya no estaba creando activamente contenido?
(Sigo sintiendo repulsión por esa palabra).
Paseando con mi novio, cagándome de risa con mis amigos del trabajo, ordenando y limpiando mi casa, jugando videojuegos mega cozy (recomiendo mucho Unpacking) y leyendo libros, muchos libros. Este mes que pasó me terminé 2 de la trilogía de Bad Ash y sigo leyendo lentamente Deja de ser tú de Joe Dispenza y comencé Write For Life de Julia Cameron (gotta love her). También estuve reflexionando mucho acerca de este espacio, de mi potencial comeback al podcast y mis finanzas.
Siento que todo este año está siendo como ese pase de página entre la parte 1 y la parte 2 de un libro. Esa parte donde todo cambia pero todavía estás ahí, en el medio, sabiendo para dónde vas pero todavía no estás ahí, te falta parte del camino. No se si llamarlo transición, porque siento que la primera parte del año fue justamente eso, sino una etapa de reacomodamiento donde me acostumbro a esta nueva yo que se estuvo gestando los primeros 7 meses del año. Acostumbrándome a las rutinas que a esta nueva Florencia le gustan y le hacen bien, a la paulatina libertad financiera con la que cada mes me encuentro, a los buenos hábitos que me permiten disfrutar más de mi cuerpo y de mi energía, a mi mente clara y tranquila. Presiento que cosas buenas van a empezar a salir más seguido a partir de este nuevo mindset ♥.
Qué bueno leerte Flor! Extrañaba tus entregas 🩷🫂