El arte que entusiasma
Ya entiendo por qué decían que "no se puede vivir del arte"...
16 de Mayo, Buenos Aires, Argentina. En el sillón de casa.
¡Hola! ¿Cómo estás? Esta vez no te escribo desde un cafecito, sino desde el sillon de casa. Llueve a cántaros como me gusta — espero que baje un poco más la temperatura después de estos días de lluvia que tendremos. Me siento un poco mal de la panza, if you know what I mean — comí cosas que claramente no debía y mi cuerpo me está pasando factura. ¿Si me arrepiento? Seh, pero lo hecho, hecho está. Ahora tan solo me queda pasar este mal rato, tomar mucha agua y seguir.
Quería contarte algo que estoy muy entusiasmada. No siento que aún pueda compartir por acá este nuevo proyecto porque 1) no se bien quién me lee, 2) quiero que haya más piezas en este proyecto para lanzarlo por acá, pero sobre lo que quiero escribir es acerca de este entusiasmo que no sentía hace bastante. Me apena admitir que ya no siento mucho entusiasmo por este espacio, creo que justamente por este cambio que vengo habitando con respecto a la privacidad hace ya unos años. Es difícil volver exponerse cuando por un año anduviste 90% de incógnito, pero hubo algo que aprendí de ese experimento, y es que no me gusta no existir online. Si, internet cambió y no es lo que era antes, pero seguimos habitándola1 y conectando unos con otros y eso es lo que aún me atrae del online.
Este entusiasmo viene porque siento que este proyecto, que es en formato de video, combina muchas cosas de las que vengo hablando hace meses en estas cartas: vivir más slow, apreciar lo que ya tengo, cómo ser un impacto positivo en el mundo, expandir más amor y compasión, ser vulnerable. El hecho de ya no tener la presión de que mis proyectos "la peguen" también hace que este en particular se sienta mucho más genuino. De verdad que no tengo intenciones de monetizarlo ni adaptarlo para que un algoritmo lo levante (bueno, quizás un poquitito sí lo hice, una intro, la miniatura... los malos hábitos de mi vida pseudo-influencer todavía me persiguen). Siento que por eso puedo llamarlo "arte". Y hablando de arte, es un tema que viene pululando en mi cabeza hace tiempo, así que me voy a permitir explorarlo un poquito por acá.
Hace año, año y medio, vengo escuchando de diversos artistas que... no se si decir "se rindieron", porque tampoco lo siento así, pero entendieron que habían llegado a un punto donde necesitaban más estabilidad y que por ello habían tomado un trabajo en relación de dependencia full o part-time. Lo veo en escritores que sigo y en fotógrafos e ilustradores de la comunidad creativa a la que pertenezco, y me apena cuando leo a través de sus palabras la frustración, la sensación de "he perdido esta batalla", como si volvieran a la tradicionalidad con la cola entre las patas. Me apena porque creo que aún si no han podido vivir 100% de ello su arte me ha hecho demasiado bien en mi vida. Y también porque siento que ahora sí entiendo a la gente mayor cuando decía que "la mayoría no puede vivir del arte". Me pregunto ¿cuántos Darín existen en la Argentina? ¿Cuántas Tini, cuántos Martin Cirio? Hay lugar para todos, pero no todos viven (muy cómodamente) de ello, y no se hasta qué punto es responsabilidad del artista pegarla. Para mí parecen ser 1 de 2 cosas: O arrancaste justo en un nicho y estilo que es el del momento, el que le gusta a la gente y te va bien, o no te importa lo que hagas con tal de que te vaya bien (o sea que que sos mega adaptable). La receta está ahí disponible para todos y existe, pero como artistas tenemos un ego que la rechaza cuando no se adapta a lo que creamos.
Cuando hace 10 años atrás intentaba ser influencer de moda, quería pegarla escribiendo ensayos filosóficos y subiendo fotos de looks con prendas repetidas, algo que para la época no le iba muy bien. No puedo decir que era un momento de abundancia para el mundo (y menos para mi país), pero estábamos en el boom del consumo masivo y todavía el minimalismo, el frugalismo y la recesión no estaban tan presentes como ahora. Lo digo porque ahora sí veo personas compartiendo looks con prendas repetidas y hasta se puso de moda todo lo que venga de segunda mano2. La cuestión es que yo nunca despegué. Habré llegado con toda la furia a 1.500 seguidores en Instagram3, y me había dado cuenta que el único momento donde crecía era cuando mostraba algo nuevo. Me obsesioné con looks imposibles e incómodos de llevar, y la tarjeta de crédito empezó a inflarse de cuotas 1/3 de Zara4. Nada de eso igualmente logró que yo la pegara. Es que no quería hablar de la Fashion Week ni de la MET gala, no quería meterme de lleno en el nicho, y tampoco es que mi estilo fuera 100% de una sola corriente. Mi estilo siempre fue ecléctico, por momentos urbano con jeans y remeras de algodón, y por otros lo que hoy se conoce como 'cottagecore'5.
En fin, era algo que en aquella época no pegaba, y yo muy terca pensaba "si la voy a pegar, que sea siendo yo misma", pensamiento que creo que a todos los artistas nos identifica por igual. Después de todo, yo siento que el arte pierde significado cuando empezamos a moldearlo demasiado con las expectativas del afuera, de amigos, familia y la sociedad, y cuando empezamos a tener demasiado presente en nuestras mentes el monetizarlo. Es cuando tiramos todo por la borda que pareciera emerger esa verdadera voz interna que te dice “gracias, esto era lo que necesitaba”. Es algo que quiero intentar hacer en este espacio — dejar de lado el querer escribir bien y que mis textos “la peguen” y dejar que las palabras simplemente fluyan a través de mis dedos y que sea lo que Dios quiera dice el dicho. La buena escritura supongo que vendrá después, con la práctica (o no, y eso también estaría bien).
Por eso a partir de ahora este proyecto de cartas pasa a llamarse "Cartas Mundanas", y por el momento será la única sección habitual de este newsletter. (Igual ya vengo que en 2 meses me aparezco con una sección nueva, diferente, pues hashtag cambiante XD).
¡Nos vemos la próxima! Te me cuidas,
Flor.
¿Habitándole? Nunca se si internet es 'la' o 'el' internet :P ¿vos como le llamás?
Banco FUERTE esto, no solo desde un punto de vista sustentable sino que hace que la gente se ponga mega creativa con sus looks y no todos se ven iguales ♥
El IG de aquella época que recién empezaba a ir en declive, allá por el 2015, con su feed no cronológico
Así fue como arrancó mi obsesión enfermiza con las compras, algo de lo que sigo tratando de curarme al día de hoy
Según ChatGPT, "el estilo Cottagecore mezcla estética campestre y nostalgia: vestidos vaporosos con estampados florales o cuadros, tejidos naturales (algodón, lino), colores suaves tierra‑pastel, detalles vintage como cuellos Peter Pan, encajes y cestas de mimbre. Evoca vida rural tranquila y romántica"