Me cuesta ser agradecida
Una pequeña reflexión sobre la práctica de los diarios de gratitud
2 de Mayo, Buenos Aires, Argentina. Cafecito cerca de casa.
No me vas a creer, pero hoy para variar un poco te estoy escribiendo desde un cafecito cerca de mi casa. ¿Cómo estás? Espero que un poco menos ansiosa que yo. Esto de estar escribiéndote acá no es casualidad. Hace varias semanas vengo sintiéndome un poco encerrada, y evitaba venirme a tomar un café sola porque pensaba que era un derroche de dinero y que prefería venir acompañada. Tenía esta estúpida idea de que si voy a gastar plata, que sea en compañía y no sola. Qué mensaje raro hacia mi misma ese, ¿no? "El cafecito sola, la plata para mi sola, no vale", eso significaría.
A esto sumale que también empecé a tener miedo de salir a la calle sola, cuando antes no era así. Tá, es verdad que cuando vivía sola en 2019 estaba en una zona menos residencial y más segura1, pero eso no significa que no pueda hacer 2 cuadras sola en mi actual barrio.
Así que acá estoy, nerviosa, sacando mi compu por primera vez en la mesa de un café y escribiéndote esta carta. Con miedo, pero sin dejar que este me paralice.
El tema que me convoca en esta carta es la gratitud. ¿Por qué nos cuesta tanto ser agradecidos? Pero agradecidos DE VERDAD. Me pasa que intento llenar cuadernos con listas de cosas para estar agradecida todos los días pero nunca consigo crear momentum. Es interesante, porque con el journaling no me pasa — religiosamente todos los días a las 5 de la tarde escribo en mi diario íntimo las ocurrencias y pensamientos del día. Tengo recuerdos desde los 13 años aproximadamente. Ahora, con el cuaderno de gratitud no logro llegar a escribir más de 3 días seguidos. Intenté de todo: hacerlo en el celular (un fiasco, siento que esas cosas se me dan mejor hechas a mano, offline), llevar un cuadernito a la mesita de luz para hacerlo a la noche antes de dormir (nada más incómodo que escribir en la cama; no entiendo cómo se hizo aesthetic eso o peor: usar la notebook en la cama acostada boca abajo. De adolescente intentaba vivir ese sueño americano y por dios, los dolores de espalda con los que terminabaaaaa).
Lo peor de todo es que mi agradecimiento no se siente genuino, como si no me lo creyera. ¿Cómo puedo decir efectivamente que estoy agradecida si estoy persiguiendo the next new shiny thing?2 Y después me pregunto, ¿cómo es que me cuesta tanto estar agradecida si tengo casi todo lo que siempre soñé? Todo lo que deseaba de adolescente, todo lo que me imaginaba durante los recreos de la secundaria, todo lo tengo y hasta más.
Yo se que en parte esto es humano; no te preocupes, no me voy a autoflagelar tanto con este tema. Es simplemente una reflexión que se me viene a la cabeza cuando siento que estoy derrochando dinero en cosas que ya tengo y no necesito (cofcofcalzasdeportivascof). Son cosas que pienso cuando algún contenido en redes de underconsumption me hace pensar "esta gente piensa demasiado en estas cosas" cuando en realidad, en el fondo, se que tienen un punto y que el verdadero cambio sucede cuando desenredamos aquellas creencias que nunca cuestionamos.
A continuación, una lista de cosas por las cuales estoy agradecida. Algunas son mundanas, otras no tanto:
No tener que pagar un alquiler.
Tener trabajo remoto que respeta mis tiempos y prioriza la salud mental de sus empleados.
Haber cumplido la mayoría de mis sueños de joven (en mis 20s).3
No me falta comida ni salud.
Mi cafecito de las mañana mirando las noticias del día.
Las carreras de F1 de los Domingos.
¿Cuál es tu relación con la gratitud? ¿Soy la única que siente que está demasiado trillado y que la mayoría no estamos agradecidos en el fondo?
Que tengas una linda semana,
Flor.
Habían restaurantes y farmacias abiertos hasta las 12 de la noche que me hacían sentir más segura.
"La siguiente cosa brillante" sería en español, pero quedaba mejor en inglés, sabrás entenderme.
Probablemente lo más relevante de esta lista. Estudié mi carrera soñada (Después la dejé, pues realidad mata ilusión :P pero que lo hice lo hice), tuve trabajos increíbles, encontré el amor, me compré todo lo que quería, me independicé, viaje mucho mucho mucho. De hecho tuve el gran privilegio de amargarme porque ya no tenía sueños que cumplir (Me da muchísima ternura la Flori de esa época, pobre eeelllaaaaa, la sin sueñoooos hahaha).