Volver a las redes sociales
¿Por qué decidí volver a un año de haberlas abandonado?
Buenos Aires, Argentina. Oficina en casa. Marzo 29, 2025.
Lo voy a decir sin rodeos: volví a las redes sociales. Automáticamente en mi cabeza se me vienen pensamientos del estilo "uhh oootra más que no se la banca", porque yo he sido esa leyendo los comebacks de otras personas en otros newsletters de Substack.
El fin de semana pasado decidí volver a usar Instagram. Y no es que tuve una recaída, no. Simplemente me di cuenta que estaba haciendo esto por las razones equivocadas y que los extremos, nuevamente, no me sientan bien. Me da risa porque hace unos meses escribí esta carta acerca de las amistades en las redes sociales, que ya no hacemos amigos en ellas, etc. etc. y si bien aún estoy de acuerdo con muchas cosas de las que dije en ella, me di cuenta hace poco que extrañaba mucho el compartirme online1.
El concepto de privacidad que desarrollé después de haber estado un año sin redes tiene que ver con que para mi ahora ser vulnerable con mis pensamientos y procesos acá, no significa que vos la persona que está del otro lado, me conozcas. Sí, conocés una parte de mí que si no la compartiera no sabrías de su existencia, pero no significa que me conozcas realmente ni seamos amigos como las personas que me frecuentan a diario. Hay cosas que pasaron el año pasado que no vieron la luz del sol en este newsletter (ni en ningún otro lado) y me sienta bien que sea así.
Pero no puedo negar que una partecita de mí durante todo este año sintió que estaba haciendo esto por las razones equivocadas, influenciadas por creadores de contenido que, valga la redundancia, me estaban influenciando pero para el otro lado. Sentí que algunas cosas de las que escuchaba eran un poco hipócritas y que las estaban haciendo por status, por sentirse distintas2.
Hasta sentí de parte de muchas de ellas que estaban sufriendo en el proceso — entiendo que en una etapa de detox uno sufra un poco, pero ¿años después que todavía te duela tanto? ¿No será que te estás saliendo demasiado del sistema? Entiendo el atractivo de ser distinto, de no hacer lo que hacen todos los demás, es una caricia al ego después de todo y nadie está a salvo de esto, ¿pero está realmente tan mal ceder un poco ante el sistema?
Una recuerdo que siempre se me viene a la cabeza cuando pienso en los sistemas, la presión social y el ego, es el momento que mi ciudad transicionó de la máquina de monedas para pagar el boleto del colectivo a la SUBE3.
Recuerdo gente diciendo, con el pecho inflado, que no iba a ceder ante la tecnología e iba a seguir pagando con monedas. Fast forward hacia la actualidad: no hay chances de pagar con monedas ni billetes el colectivo, no queda otra que adaptarse. ¿No será lo mismo lo que nos terminará pasando con estas redes sociales? ¿No es mejor tener un vínculo más sano antes que no tenerlo?
Me cuestioné muchas cosas a lo largo de este año. Los creadores de contenido que consumía, qué gustos y creencias eran realmente míos, quiénes eran mis verdaderos amigos... pero al final del día me terminé yendo para el otro lado, sobre analizando todo. No creo que eso tampoco sea sano. Está bueno detenerse a pensar por qué uno está haciendo lo que hace, pero hacerlo todo el tiempo no es ni sano ni productivo. A veces uno tiene ganas de hacer cosas y ya. Y si está algo influenciado bueno, que se yo, será, tampoco vamos a pretender que tenemos una coraza impenetrable, sino que venga el primero que no haya sido influenciado por sus familiares más cercanos y tire la primera piedra.
Admito igual que fue raro volver. Subí un carrusel sin explicar demasiado y agregué a algunas personas que había dejado ir en mi viejo perfil porque no charlábamos tan seguido. ¿Y qué si no charlamos muy seguido? La gente no tiene la obligación de convertirse sí o sí en tu amigo, ni vos ni yo tampoco tenemos el tiempo de tener un millón de ellos. Gran parte de la gente que se va de redes te dice lo mismo: te terminás dando cuenta quiénes son tus amigos realmente. Ok... pero ¿eso significa que tu gente conocida con la cual alguna vez compartiste algo no tiene valor? Es obvio que tienen para mí más valor mis amigos cercanos que aquellas personas con las cuales alguna vez trabajé o compartí un curso, ¿pero tanto como para cerrarles la puerta en la cara just because?4 Nada, un par de reflexiones by Nerea.5
En conclusión, me siento un poco más liviana, más liberad. Me había autoimpuesto una presión que ya no la sentía genuina para mí, y si hay algo que quiero practicar cada vez más es el estar cómoda con desarmar, deshacer, aquello por lo que alguna vez tanto juré y hacía carne.
Nos vemos la próxima,
Flor.
Si querés podés leer la carta anterior, donde justamente hablo sobre el miedo que desarrollé a ser percibida y cómo pienso que, si bien no estamos hechos para consumir tanto contenido todo el tiempo, tampoco estamos hechos para estar solos.
Ay elllaaaaa es distintaaa, ahi va una distintaaaaa (del clip este de Martin Cirio que me descostilla de la risa)
Tarjeta con la que en Argentina pagamos los medios de transporte.
Es un buen momento para insertar el famosísimo meme de Morian Casán "¿¡quiénes son?!" lol. Literalmente me siento así, ¿quién me creo que soy?
Me tengo que dejar de referenciar a Martin Cirio. Perdón, ¡es más fuerte que yo!